En el año 2015, tuve la suerte de viajar a Indonesia. Y una de las experiencias que no me quería perder, era ver los orangutanes en su hábitat. En Indonesia, podemos ver orangutanes en 2 islas: en Borneo y en Sumatra. Y yo me decidí por la primera, Kalimantan (la parte Indonesia de Borneo), y concretamente en el Parque Nacional Tanjung Puting:
Me decanté por visitar el Parque Nacional Tanjung Puting, porque la experiencia me apetecía mucho, ya que se visitaba el parque nacional navegando por el río Seykoner con un klotok, un tradicional barco de madera, el cuál sirve para dormir también.
No es una experiencia barata en comparación con los precios de Indonesia, e iba a ser con diferencia lo más caro del viaje, sumando los vuelos junto con el klotok. Hay excursiones de varios días según tu disponibilidad y presupuesto, pero las más habituales son de 1 a 3 noches. En mi caso, decidí que quería hacer el tour de 3 días / 2 noches, ya que era un tiempo razonable para ver el parque y no se disparaba tanto el presupuesto.
El barco se reserva y paga íntegramente independientemente de las personas que seáis. Y aunque el coste está totalmente justificado, ya que hay que pagar a todo el personal (guía, cocinero), y las tasas del Parque Nacional, para mí sola era algo caro. Así que busqué compañeros para compartir los gastos y la experiencia.
Hay klotoks pequeños de diferentes tamaños, pero la mayoría son ideales para unas 4 personas máximo, pero con 3 personas en total ya nos salía un precio asequible. Hay empresas que ofrecen el tour en barcos mucho más grandes, dónde pueden ir hasta 15 personas, pero no me apetecía ese tipo de experiencia ( y de hecho, tampoco había tanta diferencia de precio).
Una vez fijada la fecha que nos iba bien, buscamos en varios foros algunos guías con klotok que fueran fiables y a un precio razonable, y lo dejamos reservado. Al ser temporada alta, hay que planificarlo con antelación ya que los guías más demandados y con precios más decentes se llenan enseguida.
Los vuelos iban a cargo nuestro, así que en mi caso volé desde Jakarta a Pangkalan Bun, y vuelta a Semarang, y de ahí bus a Yogyakarta, que era mi siguiente parada. Si queréis podéis ver mi itinerario de viaje a Indonesia
El primer día, quedamos en el aeropuerto a nuestra llegada, conocimos al guía y al resto del personal. El klotok me pareció cómodo, y el personal muy amable también. El primer día se empieza al mediodía, dependiendo de los horarios de los vuelos. Empezamos a remontar río arriba, hasta que llegamos al Camp 1.
Los camps, son puntos donde los guardas del parque ponen comido a los orangutanes, para complementar la que hay en la jungla. Hacen coincidir las paradas con las horas de las comidas, para que podamos ver a los orangutanes de cerca.
Los animales están libres, en su hábitat, y en algún caso sí que ponen alguna separación para evitar que nos acerquemos ya que hay que mantener distancia, pero en el camino del río hasta el lugar donde ponen la comida, te puedes encontrar con orangutanes también, ya que están en libertad. De hecho, nos encontramos con varios de ellos, incluso una hembra dando de mamar a una cría.
Según comentan, también ponen comida para que los orangutanes no se vayan demasiado lejos a buscarla, y acaben fuera de la zona de protección, donde sería peligroso para ellos. (ver más abajo la problemática con el cultivo para el aceite de palma).
Por la tarde seguimos navegando un poco por el río, y vimos a los monos narigudos y los macacos saltando de los árboles al río, como niños jugando con el agua. Aprovechan el paso de los klotoks para tirarse, ya que el motor ahuyenta a los cocodrilos.
Cenamos en la cubierta del klotok, ¡una comida deliciosa! Pero os podéis imaginar la cantidad de insectos que puede haber por la noche en un río de la selva de Borneo, si está todo oscuro y la única luz que enciendes es la de la mesa. No quiero pensar cuantos mosquitos y otros bichitos nos comimos, proteínas para el cuerpo. De hecho, nos sentó todo genial.
Se duerme en la misma cubierta del barco, en colchonetas con mosquiteras. La verdad es que es una experiencia muy chula, y no se echa de menos ninguna comodidad. Por la noche se oyen los ruidos de la selva, y del río.
El segundo día, visitamos el Camp 2 y el Camp 3. El primero, estaba llenísimo de gente, no me gustó nada la sensación. Demasiados turistas y demasiado cerca de los orangutanes. Siempre hay que dejar una distancia para no molestarles, y en este caso no se estaba respentando. (al final del post tienes más información sobre mis percepciones)
En el Camp 3 en cambio, vimos muchos orangutanes por el camino, libres a su aire, sin aglomeraciones. Se trata del Campamento Leakey, dónde está el centro de investigación y dónde se puede hacer una visita por las instalaciones, dónde te explican las labores qué hacen y la historia del Parque Nacional y la fundación.
Disfrutamos de la tarde tranquila en el río, viendo los monos jugar en el río, así como el resto de fauna y flora que eran impresionantes.
Está prohibido bañarse en el río, aunque daban muchas ganas, si no fuera por el riesgo de morir claro. Y es que precisamente eso es lo que le pasó a un turista, y a partir de ahí lo prohibieron (recordemos los cocodrilos). Aunque los locales se tiraban al agua para darse un chapuzón rápido… hacía mucho calor, pero no tanto para correr ese riesgo.
Después de una rica cena, en nuestra segunda noche paramos a dormir en una zona repleta de luciérnagas, que hacía el paisaje incluso más increíble.
El tercer día se hace el regreso a Kumai, bajando por el mismo río Seykoner.
Para llegar a Tanjung Puting, hay que volar al aeropuerto de Pangkalan Bun (código PKN – Iskandar). Se puede llegar desde Jakarta, Surabaya y Semarang.
Desde la propia aerolínea probablemente no podáis reservar los vuelos, ya que piden tarjeta bancaria local. Algunas webs dan problemas. Lo mejor es usar algún buscador para poder reservar.
Una vez en Pangkalan Bun, si hemos contratado un guía, te vienen a buscar al aeropuerto, y te llevan hasta Kumai, la ciudad donde se empieza la ruta en klotok por el río. Si por alguna razón necesitas llegar a Kumai por tu cuenta, hay taxis disponibles.
Si habéis reservado el tour con guía, os pedirán el vuelo, y hay que contar con posibles retrasos en los vuelos, algo muy habitual en Indonesia.
La mejor época es la temporada seca, entre mayo – septiembre. Pero dentro de estas fechas, hay que tener en cuenta que julio y agosto son temporada alta, por lo que los precios serán más caros, estará más lleno, y habrá que reservar con más antelación.
Para los tours en klotok, no necesitas reservar alojamiento, ya que duermes en el propio barco. Pero si por horarios de vuelos, o por otras razones, necesitas dormir por la zona, en Pangakalan Bun y en Kumai hay algún alojamiento.
Es una pregunta muy relativa, ya que hay klotoks de lujo, hay tours de más días, algunos incluyen trekkings y otras actividades, y depende también de la época. Lo que me costó a mi, hace unos años y en temporada alta:
Tour:
Agosto 2015. Precio klotok 3 días / 2 noches para 3 personas: 2.720.000 IDR/ persona (155€ según cambio actual).
Este precio incluye: transporte desde el aeropuerto y regreso, registro policial, entrada al parque , barco, guía, cocinero, comida, refrescos y agua mineral. No incluye cervezas ni gastos extra.
Había alguna opción más económica, pero ya estaban reservados. Nosotros lo pagamos todo a la llegada, no tuvimos que pagar nada con antelación. Sólo enviar la documentación previamente.
Recomendamos llevar el dinero en efectivo, ya que puede ser difícil sacar dinero o cambiarlo una vez en Borneo.
Vuelos:
Aerolínea: Trigana Air
Jakarta – Pangkalan Bun – 1.310.000IDR – Ida por la mañana, para empezar el tour ese mismo día
Pangkalan Bun – Semarang – 720.000IDR – regreso por la tarde del 3r día de tour, a la vuelta del klokok
Precio total: 2.030.000 IDR (115€ con cambio actual)
Total VUELOS + TOUR 3 DÍAS: 270€ aprox
La mejor forma, es contactar con los guías y propietarios de los klotoks directamente. La mayoría no tienen página web (aunque muchos ya la han creado, y ahora tienen redes sociales). En su momento era contactando por mail par consultar la disponibilidad, acordar precios, etc.
Si viajas sola/o, o sois una pareja y queréis compartir gastos, lo mejor es buscar a gente para compartir el klotok.
Yo utilicé el foro de la página de Los Viajeros: O también a través de Tripadvisor por ejemplo, o algún otro foro de viajes.
También se puede consultar al propio guía si tiene clientes que estén buscando compañeros.
Tal y como he comentado, hay klotoks privados, que pagas el barco entero, pero también existe la opción de reservar en una plaza en un barco grande con mucha gente, pero esta opción no la recomiendo desde mi punto de vista, ya que al tratarse de una actividad en la naturaleza, para ver animales, creo que requiere grupos reducidos.
INFORMACIÓN BASADA EN MI VIAJE A INDONESIA EL 2015
La Isla de Borneo, junto con Sumatra, es el único hábitat del orangután en el mundo, y en los últimos años lo están destruyendo. Cada año hay terribles incendios provocados, y talas masivas, para convertir los terrenos en zonas de cultivo del ya conocido aceite de palma.
Debido a esto, los orangutanes están muriendo, quemados, intoxicados, los matan directamente, o bien se quedan sin comida, sin agua, sin casa.
El Parque Nacional de Tanjung Puting, y las organizaciones que trabajan en él, rescatan a los orangutanes heridos, huérfanos y a los que se han quedado sin casa. Hay centros de rescate, y posteriormente los reintroducen (los que pueden) al parque, en su hábitat. Aunque están libres, controlan la población de orangutanes reintroducidos, y les ponen comida en los camps que he mencionado, para compensar la escasez de alimentos, especialmente y según nos comentaron, dependiendo de la estación. También, como he comentado arriba, al tener comida en la propia reserva, no necesitan salir a buscar comida, poniéndose en peligro con todas las amenazas que sufren.
En el momento de realizar la actividad, vi algunas cosas que me chirriaron, y que no me acabaron de gustar: bastante masificación, especialmente en alguna de las paradas, con muchos klotoks en el río, y demasiada gente viendo los orangutanes. Normalmente se respetaba bastante las distancias, pero en algún caso la gente se acercaba demasiado, y aunque no soy experta en etología, creo que eso no es nada bueno para los animales.
Pero a parte de esta sensación, más adelante, cuando empecé a introducirme un poco más en el campo del turismo responsable, me cuestioné otros aspectos: ¿con todos los klotoks que hay, el río se contamina, y acababa por perjudicar a otras especies de la zona? ¿Existe el riesgo real de una masificación excesiva que puede perjudicar a los orangutanes? ¿Con los años quizás incrementen los horarios de las comidas para poder absorber más turistas, y poder sacar más beneficio económico? ¿Cómo se hace la gestión de residuos? No tengo todas las respuestas para estas últimas preguntas.
Pero sí que me consta que se están intentando hacer las cosas un poco mejor, por lo menos por parte de algunas empresas, que ofrecen rutas y horarios alternativos para evitar la masificación, reducen el uso de plásticos, diversifican la actividad añadiendo actividades de senderismo, etc. Pero no es suficiente. Falta lo más importante: una planificación turística, que ponga en consenso tanto a la población local, como los empresarios turísticos de la zona y la administración pública, para potenciar un desarrollo turístico sostenible.
Aunque todo esto, me lleva a hacer a otra reflexión: el turismo quizás sea la última esperanza para los orangutanes. De otra forma, si esta reserva natural no admitiera visitantes que pagan su entrada y que contribuyen a dar empleo y dinero a parte de la población local, probablemente ya se hubieran quemado y destruido las pocas hectáreas de jungla que quedan.
Creo que esta actividad puede reportar beneficios a la población local, ya que no es una actividad que puedas hacer por tu cuenta. Para las excursiones se debe contratar al guía, y todo el personal del barco. Creo que en nuestro klotok eran unos 4 empleados, y lo pagamos directamente al guía, sin intermediarios (desconozco cómo lo repartían entre ellos). También se paga la tasa de entrada al parque, la cuál se usa para el mantenimiento de la reserva natural.
Si el turismo diera más dinero que el aceite de palma, o si dejáramos de consumirlo y no hubiera demanda, los que ahora queman la casa de los orangutanes, pondrían todos sus esfuerzos en hacer crecer la extensión de jungla, y mantener la población de orangutanes. Aunque sólo fuera por puro interés propio y beneficio económico.
Pero, todo esto sólo tiene sentido si se desarrolla un turismo responsable. Si no, será la propia actividad turística la que a la larga acabará con el hábitat de los orangutanes, en vez de ayudar a su conservación.