Hoy quiero hablaros de los sueños. Pero no de los que aparecen durmiendo. Quiero hablar de los sueños que aparecen cuando estás en el metro yendo a tu trabajo, o cuando estás haciendo tus tareas rutinarias, y dejas volar un poco tu mente.

No diré que toda mi vida he querido viajar. Quedaría muy poético decir que ese siempre fue mi sueño. Pero si que lo ha sido en los últimos 10 años, cuando por fin descubrí que es esto lo que me hace feliz.

Un amigo viajero, me dijo “ tienes un corazón viajero, y es por eso que está lleno de sueños”.

Y poco a poco los voy cumpliendo. Como en un puzzle, voy alcanzando pequeños sueños, como piezas que encajan unas con otras.

Contemplar sin prisa la belleza de una isla prácticamente desierta, compartir noches de risas con nuevos amigos de todo el mundo a 10.000km de casa, hacer snorkel en alguno de los lugares más asombrosos del planeta, caminar y perderme en una ciudad desconocida, ver por primera vez fascinantes animales, probar nuevas comidas, crear miles de recuerdos con nuevas caras, nuevos lugares.

Para mi, todas éstas, son las piezas que poco a poco van formando un gran puzzle, un gran sueño. Ser viajera.

2017